lunes, 30 de mayo de 2011
J&Y
Dos almas desamparadas solas en el mundo, sin destino, sin siquiera una huella de camino. No se buscaron, pero se soñaron, y el sueño se convirtió en vigilia y las almas se encontraron. Y desde ese momento en que se dieron cuenta que sus locuras, sus tristezas y sus risas se asemejaban, que siendo tan distintos eran el uno para el otro, fue que nunca jamás se dejaron ir. Y ahora corren por las calles y nada más que su amor les importa. Y no necesitan nada más que a ellos mismos, juntos. Y no necesitan abrigo más que su propio calor. Y no necesitan más alimento que sus besos. Y no necesitan dinero, sólo el uno para el otro corriendo felices por las calles de la contaminada ciudad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario